jueves, 15 de octubre de 2015

MALAYSIA: CONCLUSIONES E INTRIGA

En estos últimos días varios medios de comunicaciones han estado informando de los recientes reportes de las investigaciones en relación a los dos vuelos de Malaysia Airlines que el año pasado, 2014, enluto a cientos de familias en gran parte del mundo. Estas nuevas revelaciones que por un parte son concluyentes en ciertos términos, por otro lado, también están envueltas en intriga, duda y mucha especulación.


El primer vuelo desaparecido, y que aún continúa siendo buscado, fue el vuelo MH370 que cubría la ruta desde Kuala Lumpur, Malasia hacia Pekín en China. En este caso, un Boeing 777 fue el que navegaba aquella noche del 8 de marzo sobre las aguas del Mar de China Meridional cerca a las Islas Tho Chau, al extremo sudoeste de Vietnam, cuando después de unas 2 horas de su despegue se perdió el contacto por radar con el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Malasia. A partir, de ese momento su ubicación es aún desconocida. Y es que a pesar de las constantes búsquedas e investigaciones de todo aquello que pueda ayudar a encontrar al avión, en estos meses que han pasado ningún tipo de autoridad ha podido dar con la aeronave.



Sin embargo, un hecho que fue descubierto y confirmado oficialmente por las autoridades fue el hallazgo y la relación de un flap con una de las partes del ala del avión desaparecido. Este descubrimiento que fue ubicado en la Isla de la Reunión, situado en el océano Índico, trajo como consecuencia que las autoridades reduzcan su búsqueda de manera considerable aunque, considerando la lejanía temporal de los sucesos, la dificultad de la investigación sigue siendo bastante elevada, tal y como afirmaron expertos en aviación y seguridad. Sin embargo, como lo señalo el primer ministro malayo, definitivamente el vuelo MH370 acabó trágicamente en el Océano Índico.

Por último, y en relación a estas búsquedas, recientemente el pasado 12 de octubre algunos medios de comunicación informaron que un grupo de pescadores de la Isla Sugbai en Filipinas aseguraron encontrar restos humanos en las orillas de la isla. Este anuncio lógicamente se presentó como una especie de luz al final de la puerta, puesto que de ser así las búsquedas iban a enfocarse mucho más en dicha zona. Sin embargo, las autoridades al recoger estos testimonios mediante un equipo de investigación confirmaron que esta no era más que una falsa alarma dejando de esa manera, un ambiente de mucho suspenso que hasta la fecha continua prevaleciendo.
 

Por otro lado, el segundo vuelo de Malaysia que también tuvo meses después un desenlace lamentable y que fue noticia esta semana por sus nuevas revelaciones fue el vuelo MH17 que cubría la ruta Amsterdan, Holanda hacia Kuala Lumpur en Malasia, y que cayó en Grábovo, una región del país ucraniano cerca de la frontera con Rusia. En este caso, el vuelo operado por un, también, Boeing 777 no se accidento por fallas técnicas, ni humanas, ni por condiciones del tiempo, sino debido a que este fue derribado por un misil.


Este hecho llamo de inmediato la atención de varias partes del mundo entre ellas las de Ucrania y Rusia ya que el avión fue derribado precisamente en un lugar en el que desde marzo del 2014 existe una especie de conflicto armado entre el gobierno ucraniano y las fuerzas prorrusas. El lugar del ataque al vuelo de Malaysia conllevo a que durante varios meses tanto Ucrania como Rusia se echaran la culpabilidad uno al otro por estos hechos. Sin embargo, la noticia relacionada al origen y a los supuestos autores del ahora llamado atentado fueron los últimos reportes que las autoridades dieron a conocer esta semana.












El informe que la Oficina Holandesa de Seguridad presentó ha permitido que se conozca, por ejemplo, el origen del misil, y es que después de reconstruir pieza a pieza la aeronave, se ha podido determinar, por la explosión, de qué tipo de proyectil se trata. 

En este caso, se determinó que el tipo de misil que se utilizo fue uno denominado "tierra - aire" que forma parte de un sistema de defensa antiaérea BUK diseñado para ser lanzado desde cualquier punto de la superficie con un alcance relativo a la altitud de cualquier aeronave en el aire.


De igual modo, se pudo establecer que el proyectil tenia fabricación rusa la cual, según autoridades rusas, esta fue desarrollada en 1986 y fue retirada del ejército en 2011, sin embargo se dejó entrever que las armas si están vigentes en el ejército ucraniano.

Asimismo, mediante experimentos se ha podido demostrar un área aproximada de 320 kilómetros cuadrados donde habría estado la plataforma de lanzamiento del misil BUK, aunque el grupo investigador no se declaró competente para determinar de quien corresponde este armamento. Este hecho conlleva entonces a que se presenten investigaciones adicionales para establecer el lugar exacto del lanzamiento.
Otro detalle importante que se menciona en el informe es que la mayoría de víctimas no falleció por el impacto del misil. Si bien es imposible determinar en qué momento tras el impacto fallecieron los pasajeros del vuelo MH17, se ha determinado que los pasajeros fueron sometidos a condiciones extremas como la descompresión y el frío, lo que pudo haber causado inconsciencia.

En definitiva, en este caso, los investigadores solo se centraron en aspectos técnicos, pero no en determinar quien tiene la culpabilidad del hecho; y ahora, si bien aún falta mucho por esclarecer la autoría del atentado, por lo menos a la fecha se conoce una buena parte de la verdad.


Por último, estos dos accidentes de estos dos vuelos que en 2014 marcaron un año oscuro para la aerolínea Malaysia Airlines, esta semana han vuelto a ser el centro de atención por todas las revelaciones que las investigaciones han permitido esclarecer en torno a las causas de ambos siniestros, pero que de igual modo, han dejado aún varias dudas por resolver. Solo el tiempo y las investigaciones dirán realmente lo que sucedió en ambos vuelos.

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